El conciliábulo de los cornúpetos

“… Si uno se deja arrastrar hacia el futuro con puros objetivos al nivel del suelo, encadenando rutinas con poco o ningún esfuerzo, seguramente hallará una relativa calma y cierto poder de anticipación, pero es puro espejismo. Eso, mi amigo, no es vivir la vida, ¿se da cuenta? Eso es ser vivido: somos payasos de circo, ¡títeres!, actores de una nefasta entelequia, creada vaya a saber por qué mente siniestra, para permitir que la charada siga su curso infecundo hacia la nada misma…” Así reflexiona Nicanor, un porteño pariente de Diógenes que ha reemplazado el farol proverbial por una mochilita llena de libros, armas de seducción y persuasión para convertir a los hombres.
En El conciliábulo de los cornúpetos, desfilan ancianos, niñas estudiosas y hombrones de todos los oficios, compartiendo una desmesura arquetípica que los hace tan reales –o fantásticos- que uno empieza a barruntar un pacto con el diablo: han sorbido su existencia de la linfa espiritual del autor, dejando a éste relegado a la condición de un personaje secundario llamado Gustavo Piris, quien ya nos había emocionado y deleitado con los descabellados relatos de su primer volumen, Humanájaro.



Gustavo Piris nació en Buenos Aires en 1974. Es compositor, docente y letrista. Cursó sus estudios en el Conservatorio Superior de Música “Manuel de Falla”. Ha realizado producciones en el ámbito de la música popular, académica e incidental (teatro y cortometrajes).

En 2015 publicó Humanájaro y otros cuentos; al año siguiente obtuvo dos premios en el decimoséptimo Certamen Nacional de Poesía y Cuento Breve organizado por E.D.E.A. (encuentro de escritores de Avellaneda) y una distinción en el certamen literario organizado por la Biblioteca Municipal “Dr. Andrés Sanséua” de Salliqueló, provincia de Buenos Aires, con textos incluidos en el presente volumen.

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